Pilar fundamental
- Daniel Prado
- 5 abr 2017
- 2 Min. de lectura
"Special K" es el principal motivo por el que todo aficionado de los Wolves puede soñar. El proyecto reposa en sus hombros. Y él no deja de mejorar.
Según la Real Academia de la Lengua, un pilar es una persona o cosa considerada el soporte o la base de algo. Esta acepción, la segunda del diccionario, le viene como un guante a Karl-Anthony Towns. Las esperanzas, el juego, el presente y el futuro recae sobre el jóven pívot dominicano. Y él, lejos de amilanarse, es cada día más completo.
La temporada de Minnesota ha sido irregular, de muchos contrastes, de claroscuros. Pero eso no ha dejado no brillar a KAT. El rookie del año de 2016 ha mejorado en todos los aspectos del juego, ha ampliado su área de influencia, y esto le convierte en un pívot temible.
Como estrella absoluta e indiscutible de Minnesota (superó a Wiggins), se le busca constantemente. Siendo pívot, juega continuaciones, desafía a su par en el poste... Pero como buen center moderno, tiene otras habilidades. Se abre, no tiene miedo de tirar de media distancia y de tres (con buenos porcentajes), y puede correr contraataques como un base. Esto acelera las transiciones y las posibilidades en ataque de los Wolves. Él es, probablemente, el pívot más completo de la NBA.

Karl Towns, en su año de rookie. Fuente: ESPN
Big KAT ha promediado esta temporada 25 puntos y 12 rebotes, con un 53% de tiros de campo convertidos, algo bastante meritorio teniendo en cuenta su estilo de juego, y un 36% de acierto en tiros de larga distancia. Adereza estas notables estadísticas con 1,5 tapones promediados en cada encuentro. Su PER es de 25,5.
Pero su influencia va más allá de los números. Si Towns no está, Minnesota las pasa canutas para conseguir la victoria, excepto por un buen día de los Wiggins, LaVine... Al que, por cierto, se le espera, cuánto antes mejor.
Resumiendo, la temporada de Special K ha sido notable. Sobresaliente en lo individual, pero manchada por la mediocre actuación de su equipo. Los Wolves sólo pueden mirar hacia arriba, y conseguir los Playoffs el próximo año. Si no, el proyecto temblará.
Minnesota, que cambiará de logo el 11 de abril, simbolizando un cambio de era, afronta un verano clave. Deberá reforzar el equipo para mantener al pívot contento.

Fuente: Bleacher Report
Y dicho todo esto, ¿qué tiene por delante Towns? Todo. Absolutamente todo. El futuro es suyo. Suyo y de Antetokounmpo, Booker, Jokić... Una generación de jugadores destinada a reinar la NBA. Y el destino de Towns es ser el pívot más dominante y completo. De aquí a cinco años el proyecto de Minnesota debería dar sus frutos. Sólo queda disfrutar.
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