Karl Malone y John Stockton, dos almas gemelas sin premio
- Tobias Lairo
- 15 abr 2017
- 9 Min. de lectura
El ala-pívot y el base fueron una de las mejores parejas de todos los tiempos, pero siempre quedarán con la deuda de no haberse coronado campeones. Inicio, apogeo y declive de un dúo que dejó su huella.
John Stockton y Karl Malone son una de las mejores parejas que jamás hayan jugado en la NBA. Eran complementos perfectos. El organizador y el que ejecutaba. La mente y el musculo. El perfil bajo y la polémica. Pero ambos unidos por un talento pocas veces visto, una conexión única y un amor por los Utah Jazz que trascendió al tiempo y a los resultados. Porque nadie puede negar que son los dos mejores jugadores de la franquicia, pese a que solo un escolta que rozaba lo sobrenatural y usaba una camiseta de los Chicago Bulls y el número 23 les impidió coronar su historia.
Stockton y Malone, como Jordan y Pippen, Kobe y Shaq, o Magic y Kareem, fueron dúos que trascendieron. A su franquicia, a su época y a la historia. Durante 18 temporadas fueron los reyes de Salt Lake City. Y esta es su historia.
Los primeros años
Antes de alcanzar las Finales de la NBA, e incluso antes de ser profesionales, John Stockton y Karl Malone coincidieron en el mismo equipo por primera vez en la preselección de jugadores que Estados Unidos llevaría a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984. Stockton alcanzó a llegar a los 20 preseleccionados, pero quedaría afuera junto a Charles Barkley y otros de la plantilla final, que incluía a Michael Jordan como estrella y a sus escuderos Patrick Ewing y Chris Mullin, futuros compañeros de ellos en el USA Team.
El base despuntó durante cuatro periodos en la Universidad de Gonzaga, promediando 20,9 puntos y 7,2 asistencias en su último año, lo que le valió estar en el radar de los equipos NBA y ser nombrado Mejor Jugador de su conferencia. En el Draft de 1984, uno de los mejores de todos los tiempos, Stockton fue elegido por los Utah Jazz con la 16° elección de la primera ronda. Y pese a que fue abucheada su elección, el equipo de Salt Lake City elegía así, al jugador que más veces usaría su camiseta.
Para Malone la vida no fue fácil. Siendo el menor de nueve hermanos, creció en una granja en Luisiana, sin su padre que dejó a su madre y luego se suicidó cuando él tenía 14. Al finalizar la secundaria, pasó un año sin jugar en la Universidad de Lousiana Tech ya que sus notas eran muy bajas. En sus siguientes tres años promedió 18,7 puntos, 9,3 rebotes y un 56,6% de tiros de campo. Sin embargo, el jugar en una universidad pequeña le hizo retroceder puestos en el Draft.
El destino les guiñó el ojo por primera vez, ya que estaba previsto que Malone recayera en los Mavericks, a tal punto que había rentado un departamento. Sin embargo, se decantaron por Detlef Schrempf y los Jazz lo seleccionarían en el puesto número 13.
Las primeras dos temporadas fueron dispares, ya que Stockton disponía de pocos minutos, pero Malone tuvo un impacto inmediato, pero a la sombra de la estrella Adrian Dantley. Luego de caer ante Mavericks y Warriors en primera ronda, traspasaron a Dantley a Detroit y se le dieron más galones a los jóvenes, que serían la base del equipo. En 1988, vencieron a Portland para caer con los vigentes campeones, los Lakers, en Semifinales de Conferencia a siete partidos. En la siguiente temporada, el coach Frank Layden dejaba el cargo y era reemplazado por Jerry Sloan. Y la revolución comenzaba.
La era dorada: Jerry Sloan
El equipo dio un salto de calidad enorme con la llegada del nuevo entrenador, a la vez que Stockton y Malone, por primera vez, en 1989, compartían All-Star Team, junto con Mark Eaton, el pívot del equipo. Pero a la hora de la postemporada, cayeron ante los Warriors por 3-1 y quedando por debajo de las expectativas. Para Stockton, fue una temporada consagratoria, ya que promedió 17,1 puntos (a una décima de su mejor registro), 13,6 asistencias y 3,2 robos (mejor de su carrera y quinto de la historia).
El que terminó de explotar fue Karl Malone en la temporada 1989-90, cuando promedió 31 puntos y 11,1 rebotes y los Jazz ganaron 55 partidos en la temporada, segundo mejor del Oeste y el mejor balance de la historia de la franquicia, Aunque una vez más, cayeron en primera ronda ante los Suns de Kevin Johnson y Tom Chambers. Stockton promedió los mejores números de su carrera con 17,2 puntos y 14,5 asistencias, récord histórico en la NBA.
El dúo ya era All-Star, aparecía en los All-NBA Team y despuntaba en las estadísticas, pero no lograban alcanzar los éxitos en la postemporada. En la 1990-91 superaron a Phoenix, pero cayeron ante Portland en Semifinales de Conferencia nuevamente. En la campaña siguiente, sin embargo, darían su primera campanada importante. Motivados por su mudanza al Delta Center, un estadio a la altura del equipo y que atesoraría momentos épicos, los Jazz ganaron su división y en playoffs no fueron la excepción. Ganaron a Clippers y SuperSonics para medirse a los Trail Blazers nuevamente, pero esta vez disputando un billete a las Finales. Pese a la derrota en seis partidos, el equipo ya había pasado al siguiente nivel.
En el verano de 1992, Stockton y Malone se darían el lujo de conformar el mejor equipo de básquet nacional que haya existido. El “Dream Team” viajó a Barcelona a marcar un antes y un después en el concepto de dominación, con Stockton alternando la base con “Magic” Johnson y Malone compartiendo pintura con Patrick Ewing, David Robinson y Charles Barkley. En el prime de sus carreras, ganaban su primer título juntos y buscaban repetir en Utah.

Malone y Stockton en el USA TEAM / Pinterest
Camino a las Finales
En 1993, el Delta Center acogió el All-Star Game, donde los aficionados se deleitaron al ver a Malone y Stockton compartiendo el MVP del partido, como si fueran una sola persona. Pese a eso, otra temporada decepcionante cayendo en primera ronda sembraba las dudas sobre el equipo y su futuro.
Para 1993-94, Stockton y Malone se establecían en el Primer Equipo de la NBA juntos, y los Jazz alcanzaron las Finales del Oeste por segunda vez. Venciendo a San Antonio y Denver, se enfrentaban a los Houston Rockets. El equipo comandado por Hakeem Olajuwon y dirigido por Rudy Tomjanovich no les darían chance alguna y los superaban en cinco juegos, siendo otra decepción para los dirigidos por Sloan.
Luego de caer en primera ronda ante los Rockets en 1995, en 1996 alcanzaron las Finales del Oeste por tercera vez con Malone y Stockton. Ganaban 3-1 y se acercaban a las Finales de la NBA por primera vez en su historia, pero quedaron paralizados y fueron derrotados por los SuperSonics, que ganaron los siguientes tres juegos.
Con el equipo alcanzando peligrosamente su pico de edad y el dúo acercándose a sus últimos años, para la 1996-97 hicieron una temporada fantástica, batiendo el récord de la franquicia con 64 victorias y 18 derrotas y otorgándole a Malone su primer MVP. En Playoffs, se cargaron a Clippers, Lakers y Rockets para llegar a las Finales de la NBA por primera vez en sus carreras. El rival eran los Chicago Bulls. Y el comienzo del mito.

Malone y Stockton previo a un partido / SI.com
Chicago se impuso en sus dos primeros partidos como local, mientras que Utah respondió e hizo lo propio. En el quinto encuentro, Michael Jordan iba a ser baja por una gripe que no lo dejaba mover de la cama, pero se levantó e inesperadamente concurrió a jugar. Sus 38 puntos, siete rebotes, cinco asistencias y tres robos en 44 minutos, incluidos los tiros del final que le daban la victoria a los Bulls por 90-88 en el Delta Center. La leyenda lo nombró el "Flu Game", ya que se dice que jugó con 38 grados de fiebre, pero la actuación del “23” liquidó a los Jazz, que cayeron ajustadamente en el sexto partido y se despedían del anillo.
1997-98 parecía la ocasión perfecta para tomarse revancha. Los Jazz no tocarían el roster y pese a que Stockton se perdería 18 de los 22 partidos que no jugó en toda su carrera ganarían su división y se asegurarían la ventaja de campo. Venciendo a los Rockets, Spurs y a los Lakers de O´Neal y Bryant, llegarían por segundo año consecutivo a las Finales. Malone llegaba con 34 años y su compañero estelar con 35, por lo que era la última oportunidad en buen nivel que tendrían de ganar el anillo. Pero enfrente estaban los Bulls nuevamente.
Utah tendría la ventaja de campo, por lo que comenzaban jugando en el Delta Center. En tiempo suplementario, se llevarían el primer partido de la serie, pero dos días después caerían rendidos ante los 37 puntos de Jordan. Con la serie viajando a Chicago, una lapidaria derrota por 96-54 dejaría maltrecho a Utah, que se ponía 3-1 tras ganar el cuarto encuentro por 86-82. A todo o nada jugarían los Jazz en el United Center, ya que una derrota los dejaría fuera nuevamente, pero Karl Malone con 39 puntos devolvía la esperanza y el final de la serie a Utah.
Pero ese sexto encuentro de las Finales de 1998 quedó en la historia de la NBA, y no con final feliz para los Jazz. A falta de un minuto y con el partido igualado en 83, un triple de Stockton les daba una ventaja considerable. Jordan respondía con una bandeja que acercaba a los de Phil Jackson a uno, pero con la posesión para los locales. A falta de 16 segundos, el escolta le robaba el balón a Malone, atravesaba el campo y anotaba una suspensión a falta de cinco segundos que lo ponía por delante en el marcador. “The shot”, los dos últimos puntos de Michael Jordan con la elástica de los Bulls, enmudecían el Delta Center, que luego de un triple a las apuradas de Stockton que no entró veía coronarse a “Air” por sexta y definitiva vez campeón.
El final
Stockton y Malone nunca se perdieron los Playoffs en su carrera, pero sus últimos años tras la doble derrota ante los Bulls fueron deslucidos. En 1999, el lockout acortó la temporada, y pese a que Karl Malone ganaría su segundo MVP, los Jazz caerían en segunda ronda ante Portland, el mismo resultado que obtendrían en la 1999-2000.
Para el comienzo del nuevo milenio, los cambios seguirían ocurriendo. John Hornacek, escudero de lujo de la dupla, se retiraría, mientras que el núcleo del roster finalista se iba renovando. En 2001, los Dallas Mavericks remontarían un 0-2 en primera ronda y los dejarían fuera tan tempranamente por primera vez desde 1995. En la 2001-02 debutó Kirilenko, pero de poco ayudó ya que cayeron nuevamente en primera ronda, ante Sacramento. Solo quedaría una última temporada para ambos juntos.
La temporada 2002-03 fue la 18va y ultima de Karl Malone defendiendo los colores de Utah Jazz, una menos que Stockton. Ganaron 47 partidos en temporada regular y entraron a Playoffs. Sacramento sería la función final juntos. Perdieron en Sacramento ambos partidos, pero ganaron en el Delta Center para ponerse 2-1. Pese a eso, el 28 de abril, perderían como locales para luego caer en el ARCO Arena y quedar eliminados.
Fue el último partido de John Stockton como profesional y también el ultimo de Karl Malone como jugador de los Jazz. A finales de temporada, abandonaría el equipo para hacer un intento final en Los Ángeles Lakers de ganar el anillo, aunque cayó en las Finales ante Detroit.
Atrás quedaba la magia de Stockton, considerado uno de los mejores bases de la historia de la NBA, al nivel de “Magic” Johnson u Oscar Robertson. También el talento y el portento físico de Malone, en eterna disputa con Tim Duncan sobre el mejor ala-pívot de la historia. Son especulaciones y cuestión de gustos.

Las estatuas decoran el ingreso al pabellon de los Jazz / SLC Dunk
Pero lo que queda claro es que Malone no hubiera sido tan grande sin la ayuda de Stockton, ni John hubiera destacado y asistido tanto sin Karl. En resumen, disputaron juntos 1.412 partidos (ninguna dupla disputó tantos juntos, y Stockton se ubica 3° y Malone 4° en cantidad de partidos jugados), disputaron 10 All-Star juntos, obtuvieron un MVP del All-Star compartido, ganaron 925 partidos de temporada regular y 85 de Playoffs a través de 18 temporadas, alcanzando dos Finales de la NBA.
El 22 de noviembre del 2004 la camiseta número 12 de John Stockton comenzó a colgar del pabellón de los Jazz, lo mismo que hizo la 32 de Karl Malone a partir del 23 de marzo del 2006. Además, a las puertas del Delta Center (actualmente nombrado Vivint Smart Home Arena) se encuentran dos estatuas de Stockton y Malone, mientras que las calles aledañas al estadio también llevan sus nombres.

Las camisetas de Hornacek, Stockton y Malone colgando del pabellon / Getty Images
Tal vez no hayan logrado ningún campeonato, y mucho se debe a Jordan y sus presentaciones más sobrenaturales. Pero no se puede decir que John Stockton y Karl Malone no trascendieron la historia. Porque son parte de una de las páginas más importantes de la NBA.
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