Un cuarto basta
- Daniel Prado
- 17 abr 2017
- 3 Min. de lectura
41 puntos de C.J. McCollum y 34 de Damian Lillard no fueron suficientes para derrocar a unos Warriors que sólo se activaron en el último periodo.

Kevin Durant cuajó una buena actuación, anotando 32 puntos y capturando 10 rebotes. Fuente: Blazer's Edge
Draymond Green es la clave de estos Warriors. Es el espíritu, los hombros sobre los que reposa el equipo. Es posible que te caiga mal, puedes, incluso, no soportarlo. Pero su calidad baloncestística es innegable. Anoche, ganó el partido él solo, tras una exhibición defensiva que provocó el hundimiento de unos muy dignos Trail Blazers.
Fría tarde en Oakland. 14º y chubascos intermitentes, pero poco necesitó el Oracle Arena para enchufarse y animar como solamente allí sabe hacerse. Espoleada por los últimos minutos, los tapones de Green, la entrega de McGee, que cuajó un partidazo, y los triples de los de siempre, la afición se dejó la voz gritando y haciendo ruido.
Se preveía un buen partido de baloncesto, y así fue. Ante la ausencia de Nurkić, Terry Stots optó por un quinteto small ball: Lillard, McCollum, Turner, Vonleh y Harkless. La alineación formada por Steve Kerr no tuvo sorpresas, estando en ella Curry, Thompson, Durant, Green y Pachulia.
Los Warriors no se encontraron cómodos en ningún momento, y es que Portland no había venido a Oakland de paseo.
Fue maravilloso. Una exhibición ofensiva de Lillard y McCollum. Todo, todo entraba. Penetraciones, tiros libres, triples, lanzamientos de media distancia... Ellos dos mantenían a su equipo, sólo ellos dos. El primer cuarto finalizó con ventaja para Golden State 27-32 y teniendo como jugada destacada un espectacular mate al contraataque de un genial Kevin Durant.
Viendo el cariz que estaba tomando el partido, con un McCollum descomunal y un buen trabajo defensivo de Portland, con un Crabbe bastante pegajoso, Terry Stots decidió rotar. Lillard estuvo en el banco la mayor parte del segundo periodo, y cuando restaban 8 minutos para el descanso ya habían participado 9 jugadores de la franquicia de Oregon.
En lo que estábamos, lo que se vio en el segundo cuarto fue la misma exhibición, pero ahora apoyada en los hombros de una sola persona: C.J McCollum, natural de Ohio, escolta de 1,93m, que ha vivido su explosión esta campaña. Otra maravilla, otra serie de canastas anotadas sin esfuerzo. Todo lo metía. Todo le entraba. Anotó 11 puntos seguidos. A falta de 5 minutos para llegar al descanso, su casillero reflejaba 27 puntos. 45 en total llevaba su equipo. Una auténtica bestialidad, una barbaridad, una muestra de la intención ganadora que tiene este número 10 del draft de 2013.
Lillard se las apañó para anotar un triple tremendo desde 9 metros y se llegó al descanso empate a 56. C.J había anotado 27, Lillard 21. Un dato que mostraba esta tendencia a acciones individuales: Portland llevaba al descanso 6 asistencias. Golden State, 14.
Golden State que, pese al horrible inicio de Thompson, no sufrió en exceso en ningún momento, tuvo el partido controlado, no tuvo que sobrevivir a ningún arreón como sí harían los Blazers.
Ejercicio de supervivencia el realizado por Portland en el tercer cuarto. Se produjo un intercambio constante de canastas entre los dos equipos, y cuando el encuentro marchaba 74-73, con ventaja de un punto para Blazers, llegó el primer momento de los Warriors en el partido.
Todo empezó cuando llegó el tapón.
Cuando restaban 2 minutos, Golden State se había marchado, con un parcial de 10-0 y liderando el partido 78-85.
Pero Portland sobrevivió.
Sin prisa, sin volverse loco, jugada a jugada remontó ese déficit, salvó el primer momento complicado del encuentro y un espectacular 2+1 de Pat Connaughton cerró el tercer periodo, con empate a 88.
Los Blazers estaban muy vivos. O eso parecía.
Y es que todo se acabó. Emergió Green, las estrellas de Portland se quedaron sin gasolina, Golden State puso algo de actitud defensiva sobre la cancha... Y en un abrir y cerrar de ojos, los Warriors estaban 8 arriba de nuevo. La brecha se amplió tras un parcial de 15-2 favorable a Warriors.
Sin embargo, Portland aún realizó un amago de remontada, sustentándose en su backcourt. Green se encargó de enterrar las esperanzas, anotando varias canastas. Y tapones como éste:
Portland, extenuado físicamente, se dejó llevar en el tramo final del partido. 109-121, venció el equipo de la bahía, apoyado principalmente por Draymond, pero también por 32 puntos de Durant y 29 de Curry.
Muy dignos los Trail Blazers. Veremos qué son capaces de hacer con la llegada de la serie a Portland. Si se recupera Nurkić, Golden State puede tener que enfrentarse a un duro hueso. Pero da la sensación de que los de Oakland, si quieren, pueden.
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