Caleb Swanigan, de la miseria al estrellato
- Luis González Morin
- 9 jul 2017
- 2 Min. de lectura
Caleb Swanigan ha llamado la atención de todos en su primer partido con la franquicia de Portland, pero lo que muy pocos saben es la historia que el interior formado en Purdue lleva detrás.

Caleb Swanigan con un gran aspecto - Fuente: NBA.Com
Caleb Swanigan fue el mayor artífice de la victoria de los Portland Trail Blazers en el partido de la Summer League de Las Vegas que les enfrentaba a los Utah Jazz. El interior con el número 50 se fue hasta los 16 puntos y 13 rebotes, a los que también añadió 1 tapón y 1 robo, pero hoy no toca hablar de su partido, bueno mejor dicho hoy no toca hablar de su partidazo, hoy toca hacerlo sobre todos los obstáculos que el pick 26 del último draft superó para llegar a donde está hoy en día.
Caleb Swanigan sufrió una infancia muy dura, los problemas con el alcohol y las drogas de su padre, marcaron los inicios de su vida, en esos inicios era habitual que Caleb observase episodios de violencia machista en su propia casa. Caleb solo era un niño de trece años cuando ya pesaba 180 kilogramos, sus problemas de obesidad fueron producidos por la mala situación económica que se sufría en su casa, además de que tales eran sus problemas de obesidad que tuvo que hacer frente a duros problemas de salud. En 2013 su padre, que llegó a pesar 220 kilogramos, murió y con el la esperanza de una vida mejor para "Biggie" apodo que se ganó por su condición física.

La transformación de "Biggie" Fuente: ESPN
Durante varios años Swanigan alternó distintos refugios desde Utah a Indiana, en ese periodo de tiempo, el ahora jugador de los Trail Blazers, pasó por cuatro escuelas distintas de primaria y unas 9 de secundaria, según palabras del propio jugador. Poco después su vida dio un vuelco cuando apareció en ella Roosvelt Barnes, un exjugador de fútbol americano que le puso a salvo de su mala infancia. Las costumbres alimenticias de "Biggie" cambiaron por completo, empezó a moldear su cuerpo y ya en 2015 fue invitado al certamen más importante del baloncesto en High School, el McDonald's All-American.
En la temporada 2015-2016 dio el salto a la NCAA como jugador de los Purdue Boilermarkers, en su primera campaña dejó una buena impresión promediando 10.2 PPG, 8.3 RPG y 1.8 APG, pero no fue hasta en su segundo año en el baloncesto universitario cuando impresionó a todos, siendo uno de los candidatos a mejor jugador universitario, que se acabó llevando Frank Mason III, además de eso, fue el líder de la liga en RPG y consiguió entrar en el mejor quinteto universitario. Todo esto después de haber promediado 18.5 PPG, 12.5 RPG y 3.0 APG.
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