La ley de Murphy del baloncesto
- Borja Odriozola Schick
- 4 jun 2017
- 3 Min. de lectura
Si algo puede salir mal, probablemente saldrá mal. Y teniendo en cuenta que el tercer mosquetero todavía no desenvainado su espada, todo es susceptible de empeorar.
Video: G4NBA
"Son lo mejor que he visto nunca". Esta es la respuesta que dio el técnico jefe de los Cleveland Cavaliers en sala de prensa tras el primer partido de las finales cuando le preguntaron por el estado de forma de los Warriors, que sigue invicto en las post temporada. La sensación de superioridad que demostraron, sobre todo a partir del segundo cuarto, sumada a la abultada diferencia en el marcador parece indicar que los de la bahía jugaron al máximo nivel. Pero, ¿ es esto cierto?
Las estadísticas del partido hablan por sí solas y algunas de ellas son especialmente elocuentes. La clave del partido fueron las pérdidas de balón. Los Cavs perdieron 20 balones, estadística liderada por el "Rey" con 8. Si a este despropósito en el cuidado de la pelota se le añade que los Warriors tuvieron tan sólo 4 descuidos, igualando el récord de menor número de pérdidas en un partido de las finales, la diferencia de puntos en el marcador se explica por sí sola.
Los de Mike Brown supieron castigar este factor anotando 21 puntos tras pérdida. Los puntos al contraataque fueron una sangría que Kevin Durant supo aprovechar corriendo la pista en un abrir y cerrar de ojos, logrando machacar el aro totalmente liberado en varias ocasiones. En el aspecto ofensivo, la pareja "Don Stephen" (28 puntos) y "Durántula" (38 puntos) se fue hasta un total de 66 puntos, cifra que supone el 58,4% de los puntos del equipo.
Un primer repaso a las cifras refleja que los Golden State Warriors estuvieron a un gran nivel, pero Tyronn Lue afirma que son lo mejor que ha visto nunca, y un repaso a unas estadísticas algo más avanzadas confirman la ley de Muprhy del baloncesto. Los de la bahía estuvieron bien, es cierto, pero lo que le debe quitar al sueño a los de Ohio es que tienen potencial para hacerlo mucho mejor, sobre todo si el tercer mosquetero, Klay Thompson, se decide a hacer su entrada en escena.

Fuente: clevelandnations
La eficiencia ofensiva brilló por su ausencia en ambos equipos. A pesar de firmar el peor porcentaje en tiros de campo en lo que va de playoffs (42,5%), a los californianos les bastó con disponer de 20 lanzamientos más que su contrincante (106 tiros intentados por 86) para dominar el partido con holgura. A todo esto hay que añadirle el hecho de que al comienzo del partido fallaran inexplicablemente bandejas muy sencillas y que Klay Thomson y Draymond Green se fueran entre los dos a 18 puntos en una terrible serie de tiro de 6/28 (21,4%).
Para ser completamente justos hay que resaltar la aportación de estos dos jugadores en defensa, que contribuyó de manera fundamental a forzar las pérdidas. El propio Thomson consiguió el sólo el mismo número de recuperaciones (6) que los Cavs mientras que Green impuso una intensidad defensiva permitiendo tan solo 83,8 puntos por cada 100 posesiones durante los 36 minutos que estuvo en pista. Es precisamente la perspectiva de que estos jugadores se enchufen ofensivamente en el segundo partido lo que le debería llevar a Lue a reconsiderar sus declaraciones.
Si el "splash brother" retoma su fusil, mejorando una terrorífica estadística que consta de un 0/5 en triples, 2/9 (22,2%) en tiros punteados y 1/7 (14,3%) en tiros liberado, y aprovecha los previsibles espacios en las esquinas que dejarán los Cavaliers cerrándose sobre las penetraciones de "KD" , las declaraciones del pasado jueves pueden quedar obsoletas. La ley de Murphy es universal, y sí, también se aplica al baloncesto.
Comentarios